La subida a Aguilar comienza junto a la carretera en un pequeño apeadero. Desde aquí, bien marcada, comienza un sendero que rápidamente toma altura sobre Santaliestra, dejando buenas vistas del valle y los cortados que suben hacia Caballera y San Martín. Por bosque se va cerrando el camino hacia el barranco que nos deja en Aguilar, pasando antes por una de sus escasas fuentes. Un paseo por el pueblo, con sus caminos encajonados entre muros de piedra y su iglesia y cementerio en buen estado pese al abandono.
Al terminar el pueblo se toma un sendero que sube hacia la ermita de San Saturnino. Las marcas son más escasas y el terreno pedregoso, sobre todo en el último tramo, pero se puede remontar con facilidad hasta la cima del tozal donde se exhibe poderoso el Cotiella y el estrechamiento del Ésera. Se hace el regreso por el mismo lugar.