Ermita de la Virgen de la Piedad

Escondida en la antigua curva de la carretera que ahora salva un túnel, a dos kilómetros de Santaliestra, se halla la ermita de la Piedad, templo enclavado en el promontorio sobre el Ésera conocido como el Tozal de la Virgen como defensa natural.  

Su origen data del siglo XI, aunque con reformas posteriores de siglos sucesivos. En tiempos en este lugar se encontraba un castillo ahora desaparecido. Dispone de una nave única de planta rectangular orientada y cerrada al este por el ábside semicircular, como suele ser habitual en la arquitectura románica de la época y de la zona.

El edificio fue realizado en sillarejo y mampostería, donde los sillares son regulares y se disponen en hileras bien alineadas. Las paredes exteriores de la ermita son prácticamente lisas. Sólo una ventana de doble derrame y arco apuntado se abre en la mitad de ábside construida en piedra toba. 

El elemento más destacado y original de la ermita de la Piedad es sin duda el campanario con doble espadaña que se levanta en perpendicular y casi independiente entre la unión de la cabecera meridional y la nave de la ermita. Dicha estructura es un muro de piedra, de la misma altura que el templo, con dos vanos de arco de medio punto para las campanas y una puerta, también de medio punto.

En la última restauración se ha recuperado la puerta primitiva de acceso al interior de la ermita, de arco de medio punto, que se abre en el muro meridional con dos pequeños escalones, antes de la reforma, la puerta de entrada se hallaba en la fachada de poniente. Ésta fue restaurada en el año 2005, quedando más visible y despejado todo su contorno en una pequeña y limpia explanada. Desde el lugar se visionan bonitas vistas del valle y de la localidad. 

Cada 15 de Agosto tiene lugar una romería a la Ermita. En la cual, después de la misa hay fiesta con charanga y mallada (comida) de llonganiza y chireta.